FUENTE: UNITEL.
El sector gremial señala que las ventas de mercadería no perecedera están paralizadas, mientras que los transportistas se ven afligidos por el encarecimiento de repuestos para los camiones
Hay desesperación entre los actores del sector gremial y del transporte pesado debido a la coyuntura del dólar en Bolivia, denunciando que el precio de la divisa norteamericana continúa en ascenso en el mercado paralelo y que esto se acentuó con la avanzada militar registrada el pasado 26 de junio en la sede de Gobierno.
Desde Santa Cruz, el dirigente del transporte pesado Juan Yujra señaló que en días pasados de cambiaba el dólar por Bs 9,50, pero actualmente se lo encuentra en algunos lugares a Bs 10, en referencia al mercado negro.
“Los que compran repuestos lo compran en dólares en otro país y automáticamente a nosotros nos suben el precio de los repuestos, ellos no van a perder nunca. Entonces, ¿quién es el que tiene que pagar? Somos nosotros el último consumidor”, lamentó el dirigente.
Yujra sostuvo que si ante se adquiría un repuesto a Bs 1.000, ahora se encuentra el mismo producto, pero con un valor que está entre Bs 1.200 y Bs 1.300, es decir, hay un incremento en torno al 20% y 30%, a lo que se debe sumar los pagos que tienen que hacer en el exterior, donde no aceptan bolivianos como moneda de pago, sino dólares.
Mientras que la secretaria de la Confederación Nacional de Gremiales, Mercedes Quisbert, también denunció que tras la toma militar el dólar superó la cotización de Bs 10, aunque este martes está en torno a Bs 9,70 y Bs 9,80, cifra que está alejada del cambio oficial establecido por el Estado que tiene un límite de Bs 6,96.
Quisbert observó que la problemática de la escasez de la divisa aún no es resuelta por el Gobierno: “La verdad ha sido un impacto muy grande y un perjuicio para todos los comerciantes a nivel Bolivia, porque la situación ha estado terrible, todos seguimos con esa psicosis hasta ahora”.
La dirigente gremial explicó que una vez que se dio la avanzada militar, la gente optó por comprar productos de primera necesidad o de la canasta familiar, situación que preocupa al sector.
“Esto ha hecho que mucha gente sus ahorritos gasten en comprar arroz, azúcar, etcétera. Con eso, la mercadería que no es perecedera, la cual muchos de nosotros nos dedicamos a vender y que viene del extranjero, se ha paralizado”, lamentó la ejecutiva.