FUENTE: EL ANDALUZ.
Álvaro Zurita, director de la Terminal de Buses de Tarija, ha destapado una serie de irregularidades en torno al trágico accidente de la flota Narváez ocurrido el pasado viernes, que dejó un saldo de 17 víctimas mortales. Zurita reveló que el autobús accidentado, el vehículo modelo 1978, carecía de la inspección técnica vehicular obligatoria, poniendo de manifiesto graves fallas en los sistemas de control y seguridad del transporte interprovincial e interdepartamental.
Esta revelación se produjo tras una importante reunión celebrada en La Paz, convocada por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), a la que asistieron directores de terminales de buses de todo el país. El encuentro fue motivado por la creciente preocupación ante la recurrencia de accidentes de tránsito graves en las carreteras bolivianas.
“Hemos tomado la iniciativa desde Tarija, al contactarnos con todos los directores de las terminales de buses a nivel nacional”, explicó Zurita.
Zurita fue enfático al señalar las deficiencias en los controles. “No hay un control estricto en el estado de los buses, de los vehículos. Y esto quién debe hacerlo es pues la ATT y la Unidad de Tránsito». Tambien lamento que la falta de una inspección técnica en un vehículo de más de 40 años de antigüedad que terminó de manera trágica con la vida de 17 personas es preocupante.
Ante esta situación, el director de la Terminal de Buses de Tarija propuso una serie de medidas concretas a la ATT. Entre ellas, destaca la ugerencia de realizar inspecciones técnicas más frecuentes para los vehículos de mayor antigüedad: “Por lo menos que estos buses que tienen una data antigua de fabricación que se le haga dos o tres veces inspecciones al año”, propuso Zurita.
Empresas de transporte tardan años en ser sancionadas
Zurita tambien lamento la ineficacia del actual sistema sancionador. “Nos llega la sanción a un bus de una empresa determinada que había cometido una irregularidad del 2018, por casualidad, que ya no estaba ni siquiera el bus, ni el chófer, ni el dueño de la flota”.
Para abordar esta problemática, Zurita y otros directores de terminales han solicitado a la ATT la implementación de nuevos reglamentos sancionadores que sean “prontos, eficaces y sencillos”. La propuesta busca que las sanciones sean inmediatas y afecten directamente a los responsables de las infracciones, ya sean choferes o propietarios de los vehículos.
